La fórmula secreta de Google (continuación). Otro efecto colateral ocasionado por el algoritmo es que se acaba diseñando webs para el buscador y no para el usuario. Webs más estándar, que el buscador puede leer bien y que te ayudan a posicionarte mejor, pero que eliminan el factor creatividad.
La sociedad intermitente. No se suele mirar más allá de la primera página de resultados. Estamos pasando de ser gente contemplativa, que se sentaba, leía y pensaba, a gente intermitente, que presta atención de forma parcial, que no siempre se concentra, que busca cosas y usa el motor continuamente (efecto de inmediatez).
Web oscura. Este término apareció en un par de estudios en 1998 y 1999, cuando unos investigadores norteamericanos descubrieron que los motores de búsqueda indexaban sólo un porcentaje muy pequeño de la web, aproximadamente el 30%. ¿qué pasaba con el resto? La respuesta de Google parece obvia: el buscador indexa todo lo que se deja indexar, de forma masiva. Eso sí, la página tiene que estar bien construida para que se pueda leer.
¿Quién vigila al vigilante? Richard Rogers, profesor de nuevos medios y cultura digital de la Universidad de Amsterdam, analiza junto a su equipo las búsquedas para ver el reflejo de lo que pasa en la sociedad. Rogers asegura que su equipo incluso ha documentado por primera vez la eliminación de una web por parte de Google. Tras la caída de las torres gemelas en los atentados del 11-S, el equipo de Rogers buscó "terrorismo" y guardó los resultados. Repitieron la operación a lo largo del tiempo para comprobar resultados hasta que un día de septiembre del 2007 una web (911truth.org) que siempre había estado entre los cinco primeros resultados cuando buscabas 9/11 pasó a la posición número 200, para luego caer por debajo de 1000 y acabar saliendo de las listas. Pasados quince días, la web reapareció de nuevo.
Resumen del artículo 'La otra cara de Google' aparecido en el número 152 del suplemento ES de 'La Vanguardia' el día 28 de agosto de 2010.
La sociedad intermitente. No se suele mirar más allá de la primera página de resultados. Estamos pasando de ser gente contemplativa, que se sentaba, leía y pensaba, a gente intermitente, que presta atención de forma parcial, que no siempre se concentra, que busca cosas y usa el motor continuamente (efecto de inmediatez).
Web oscura. Este término apareció en un par de estudios en 1998 y 1999, cuando unos investigadores norteamericanos descubrieron que los motores de búsqueda indexaban sólo un porcentaje muy pequeño de la web, aproximadamente el 30%. ¿qué pasaba con el resto? La respuesta de Google parece obvia: el buscador indexa todo lo que se deja indexar, de forma masiva. Eso sí, la página tiene que estar bien construida para que se pueda leer.
¿Quién vigila al vigilante? Richard Rogers, profesor de nuevos medios y cultura digital de la Universidad de Amsterdam, analiza junto a su equipo las búsquedas para ver el reflejo de lo que pasa en la sociedad. Rogers asegura que su equipo incluso ha documentado por primera vez la eliminación de una web por parte de Google. Tras la caída de las torres gemelas en los atentados del 11-S, el equipo de Rogers buscó "terrorismo" y guardó los resultados. Repitieron la operación a lo largo del tiempo para comprobar resultados hasta que un día de septiembre del 2007 una web (911truth.org) que siempre había estado entre los cinco primeros resultados cuando buscabas 9/11 pasó a la posición número 200, para luego caer por debajo de 1000 y acabar saliendo de las listas. Pasados quince días, la web reapareció de nuevo.
Resumen del artículo 'La otra cara de Google' aparecido en el número 152 del suplemento ES de 'La Vanguardia' el día 28 de agosto de 2010.
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