En Barcelona, empresas, sindicatos y administraciones consensuaron, en el marco del pacto por el empleo de calidad 2008-2011, un decálogo de valores transversales que están y han de estar presentes en cualquier trabajo o contexto profesional, más allá de los que luego sean propios de una profesión o empresa concreta.
Autosuperación: Valor que impulsa a superar obstáculos e intentar hacer el trabajo cada día mejor.
Colaboración: Valor que lleva a trabajar conjuntamente con los compañeros, clientes y proveedores.
Ética profesional: Valor que mueve a actuar con integridad personal, de forma honesta, equitativa, con transparencia en las relaciones profesionales.
Flexibilidad: Valor que supone una cierta predisposición y actitud positiva para adaptarse a nuevas exigencias o circunstancias del trabajo.
Responsabilidad: Valor que impulsa a una persona a hacerse cargo de las tareas, a ser consciente de la repercusión de todos sus actos y a asumir sus errores.
Asunción de riesgos: Valor para emprender acciones con el fin de conseguir un beneficio o una ventaja y buscar soluciones creativas a los problemas que puedan surgir.
Respeto: Valor que permite considerar las posiciones de los otros, escucharlos y mostrar voluntad de diálogo.
Constancia: Valor que impulsa a trabajar con empuje y disciplina ante objetivos lejanos, a esforzarse.
Compromiso: Valor que lleva a una persona a actuar con una cierta obligación respecto a la tarea que desarrolla, a identificarse y sentir como propios los objetivos de la organización y a proponer mejoras para su buen funcionamiento.
Iniciativa: Valor para asumir tareas anticipándose a obstáculos y oportunidades y para plantear los problemas acompañados de soluciones o propuestas.
Colaboración: Valor que lleva a trabajar conjuntamente con los compañeros, clientes y proveedores.
Ética profesional: Valor que mueve a actuar con integridad personal, de forma honesta, equitativa, con transparencia en las relaciones profesionales.
Flexibilidad: Valor que supone una cierta predisposición y actitud positiva para adaptarse a nuevas exigencias o circunstancias del trabajo.
Responsabilidad: Valor que impulsa a una persona a hacerse cargo de las tareas, a ser consciente de la repercusión de todos sus actos y a asumir sus errores.
Asunción de riesgos: Valor para emprender acciones con el fin de conseguir un beneficio o una ventaja y buscar soluciones creativas a los problemas que puedan surgir.
Respeto: Valor que permite considerar las posiciones de los otros, escucharlos y mostrar voluntad de diálogo.
Constancia: Valor que impulsa a trabajar con empuje y disciplina ante objetivos lejanos, a esforzarse.
Compromiso: Valor que lleva a una persona a actuar con una cierta obligación respecto a la tarea que desarrolla, a identificarse y sentir como propios los objetivos de la organización y a proponer mejoras para su buen funcionamiento.
Iniciativa: Valor para asumir tareas anticipándose a obstáculos y oportunidades y para plantear los problemas acompañados de soluciones o propuestas.
Fuente: Suplemento Estilos de Vida (es) de 'La Vanguardia', número 160 del sábado 23 de octubre de 2010
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