Siempre me han gustado los acertijos y enigmas. Tengo que reconocer que no soy muy bueno resolviéndolos pero eso nunca me ha desanimado. Siempre que veo un problema de deducción, lógico o matemático intento resolverlo (también me fascinan los problemas de ajedrez, donde se tiene que hallar la combinación exacta que permita a un bando ganar la partida en x movimientos). Hoy empiezo una nueva sección en el blog. La temática es sencilla, cada cierto tiempo iré exponiendo acertijos lógicos y sus soluciones (siempre explicado todo el proceso deductivo). Y para empezar un problema que me cautivó. Dicho problema lo encontramos en la novela del escritor inglés Mark Haddon, 'El curioso incidente del perro a medianoche' (editorial Salamandra, 2004). Recomiendo la lectura de esa novela, una grata sorpresa en el mundo editorial. Excepcional, soberbia, conmovedora, verosímil. Los adjetivos quedan cortos. Hay que tener cuidado con la intuición, que a veces nos puede hacer equivocar. Pero la lógica nos puede ayudar a deducir la respuesta correcta a un problema determinado. He aquí un claro ejemplo de ello. El Problema de Monty Hall:
Estás en un concurso en la televisión. En este concurso la idea es ganar como premio un coche. El locutor del programa te enseña tres puertas. Dice que hay un coche detrás de una de las puertas y que detrás de las otras dos hay cabras. Te pide que elijas una puerta. Tú eliges una puerta, que no se abre todavía. Entonces, el locutor abre una de las puertas que tú no has elegido y muestra una cabra (porque él sabe lo que hay detrás de las puertas). Entonces dice que tienes una última oportunidad de cambiar de opinión antes de que las puertas se abran y consigas un coche o una cabra. Te pregunta si quieres cambiar de idea y elegir la otra puerta sin abrir. ¿Qué debes hacer?
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