jueves, 3 de diciembre de 2009

Presunción de inocencia

¿Existe la presunción de inocencia? Antes de contestar es necesario definir que se entiende por presunción de inocencia. Lo podríamos definir como principio jurídico penal que establece la inocencia de la persona como regla. Solamente a través de un proceso o juicio en el que se demuestre la culpabilidad de la persona, podrá el Estado aplicarle una pena o sanción (wikipedia). Después de esta introducción voy a contestar a la pregunta. En teoría debería haber 'presunción de inocencia', y de hecho, en la mayoría de los casos es así. En la práctica, depende. Y depende de muchos factores, como hemos visto estos días con un escándalo que ha sacudido a la sociedad española. Estoy hablando del joven canario Diego que fue erróneamente acusado de la muerte de su hijastra. He aquí un resumen de los hechos:

  • Hace una semana aproximadamente llega un comunicado de la Guardia Civil con la imputación a un joven de 24 años por abusos sexuales a Aitana, de tres año, hija de su novia.
  • La noticia es publicada sin atribución alguna de la fuentes.
  • La niña fallece como consecuencia de un derrame cerebral por la caída de un columpio (eso se sabrá posteriormente).
  • La noticia salta a todos los medios de ámbito nacional trascendiendo los detalles más escabrosos del erróneo informe médico.
  • La policía detiene a Diego (el novio) y comienza el ensañamiento mediático. Una portada de un diario nacional avanzando un veredicto acusatorio sin esperar al juez le llama "Asesino" con ánimo de venganza.
  • Posteriormente el informe forense exculpa a Diego, pero ya es demasiado tarde.
Una cadena de errores, médicos, policiales y periodísticos le han roto la vida en sólo tres días. Está claro que el derecho a la información tiene que ser compatible con el derecho a la presunción de inocencia. Diego ha tenido que ser internado en un centro hospitalario debido al shock sufrido por su falsa acusación. Está en tratamiento psiquiátrico para intentar superar todo lo que le ha sucedido e los últimos días. En unas declaraciones a Canarias Radio La Autonómica dijo: "me han tratado peor que a un perro y un terrorista en los medios de comunciación y en todos lados". Lo peor fue que le obligaran a ver fotos de la niña muerta. Todo lo que ha sucedido invita a una necesaria reflexión de los periodistas y de la sociedad en general. Hay unanimidad en la profesión: los medios de comunicación en general se ensañaron con Diego y, ni la disculpa pública realizada, puede evitar la reflexión de los propios periodistas. Esperemos que esto no vuelva a suceder.

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