Desde que los hermanos Lumière inventaran el cinematógrafo en 1895 se han hecho decenas de miles de películas. De todas esas solo unas pocas han pasado a ser clásicas y de éstas se pueden contar con los dedos de la mano las que han llegado a ser 'obras maestras' del séptimo arte. Hoy voy a hablar de una de ellas, 'Lo que el viento se llevó' (Gone with the wind). Es una de las películas que he visto más veces, doblada y en versión original y nunca me canso de hacerlo. Esta pequeña introducción es necesaria porque hoy se cumplen 70 años del estreno en Atlanta de una de las películas "más grandes" del universo cinematográfico, una de las pocas que ha disputado a la película Ciudadano Kane (obra maestra de Orson Wells) el título de mejor film de todos los tiempos. Hablar de 'Lo que el viento se llevó' conduce de forma obligada a Vivien Leigh, que consiguió el oscar a la mejor actriz. Fue una de las diez estatuillas, incluida a la de mejor película, que se otorgó a la mítica creación de Victor Fleming, que también ganó el premio a la mejor dirección. Mantuvo el récord de ser la más premiada durante 20 años, hasta que Ben-Hur logró once (otra obra maestra con la mítica carrera de cuádrigas). Pese a los muchos honores, Clark Gable se quedó sin el reconocimiento de la Academia de Hollywood. Pero Gable se ganó la inmortalidad con su papel de Rhett Butler, el granuja y encantador personaje que protagonizó con Leigh uno de los besos más celebrados. Los reconocimientos no han cesado. En el 2005, el American Film Institut consideró que las palabras finales de Rhett a su querida constituían una de las grandes citas cinematográficas. "Frankly, my dear, I don't give a damn" (francamente, querida, me importa un bledo). Esta película logró un éxito apoteósico. Su coste ascendió a una cantidad récord para la época, unos cuatro millones de dólares, pero recaudó a nivel mundial más de 400. Sin embargo, desea algunas tribunas se la descalificó por su contenido misógeno y racista (de todas formas eso no es de extrañar ya quese retrata la sociedad de los estados del sur en la Guerra de Seccesión americana). La película es la adaptación al celuloide de un best seller de los años 30. La periodista Margaret Mitchell se hizo con el Premio Pulitzer con su relato de más de 1000 páginas sobre la sociedad de la Guerra Civil americana. Por todo ello estamos ante un clásico imperecedero, un mito dentro del mundo del cine, una obra maestra del séptimo arte. Ya se sabe, hay un antes y un después de 'Lo que el viento se llevó'.
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Hace 1 año
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