Uno de mis primeros post del blog trató sobre los videojuegos antiguos. A los que tenemos una cierta edad la historia de los videojuegos la hemos vivido desde los comienzos (tal como comenté entonces). Hemos visto evolucionar el hardware (y también el software) desde los primeros ordenadores de 8 bits hasta los PC actuales. En esa época cuatro tipos de microordenadores se repartían el pastel: Spectrum, Amstrad CPC, Commodore 64 y MSX (este último era un estándar). En todo ese tiempo han destacado centenares de juegos de decenas de compañías tanto españolas como extranjeras. La industria del software lúdico español vivió su edad de oro en la segunda mitad de los años ochenta hasta los primeros años de los noventa. Los títulos patrios nada tenían que envidiar de los ingleses, alemanes, franceses o norteamericanos. Muchas de las joyas de 8 bits fueron ideadas, proyectadas, programadas y distribuidas aquí, en España. La edad de oro del software español significó situar el mercado español en el segundo lugar del global mundial. En marzo de 1987 la principal distribuidora en España, Erbe, decide bajar los precios de los videojuegos a 875 pesetas reduciéndolo a más de un tercio de la media (los juegos solían costar unas 3000 pesetas). Eso evitó que el mercado se colapsase por la piratería (que rondaba el 90% del total) aumentando drásticamente el nivel de ventas (se pasó de vender unos pocas miles de unidades a vender cientos de miles) aunque se perjudicó a las empresas pequeñas (toda acción tiene una reacción). Las empresas de software lúdico más importantes en España fueron Indescomp, Zigurat, Made in Spain, Dinamic, Topo Soft, Opera Soft... Fueron unos años intensos, con muchos nuevos juegos de distinta temática (arcades, deportivos, aventuras conversacionales, etc.), la mayoría originales. Pero todo ciclo tiene un fin, y este no iba a ser una excepción. Con el auge de los primeros ordenadores de 16 bits (Commodore Amiga, Atari ST, PC) y la introducción en España de las consolas de juegos el mercado de 8 bits empezó a decaer. Algunas compañías intentaron adaptarse a los nuevos tiempos pero la mayoría cerraron. Y con ello se cerró una etapa en la historia de los videojuegos. Por fortuna los nostálgicos disponemos de los eficientes y útiles emuladores para revivir esas joyas arcaicas de la programación.
La edad de oro del soft español from Eigiem on Vimeo.
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