Una nueva sección periódica que mezclará nuestra geografía con el buen comer y beber. Para empezar Casa Mariol, calidad y buenas maneras. Casa Mariol, una bodega familiar de Batea (Terra Alta), lo hace bien y lo hace bonito. Hace un año los Vaquer-Llop (la familia dueña de Mariol) revolucionaron la escena vinícola dando luz al primer verdejo de Catalunya (llamado ingeniosamente Jo!). Ahora vuelve a la carga con esta colección de quince vinos de la casa, monovarietales en su mayoría, que destacan por tres flancos. Uno, precios competitivos (ninguno supera los 7 euros). Dos, la habilidad a la hora de elegir un diseño absolutamente moderno y útil a la vez (ejemplo: si el vino marida bien con marisco, hay un dibujo de una gamba; fácil y claro). Y tres: se nota el cariño por el detalle, la protección de lo local, el peso de la experiencia (Mariol viene del siglo pasado), el compromiso por su entorno y un sabio recambio generacional, que inyecta frescura y respeta sus orígenes. Un equipo para seguir de cerca. Como dice su lema: "Yes we wine". Para hacerse una idea de la calidad de esos vinos solo se tiene que visitar su acogedora bodega situada en la Calle Rosellón 442 de Barcelona. Allí se puede comprar vino a granel y degustar embutido ibérico bien maridado con una copa de vino (de la Terra Alta, claro). Y para los que se quieran iniciar en el mundo de los vinos cada cierto tiempo se programa en el mismo lugar cursos de iniciación en la cata de vinos, cavas y champagnes. Un enólogo nos introduce en un fantástico mundo rico en aromas, sensaciones y estructuras.
John Hemmingson: The Business Savant
Hace 1 año
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