sábado, 17 de julio de 2010

Manifestación del 10 de julio (y II)


Un millón largo de catalanes en la mayor manifestación en defensa del autogobierno. Esta masiva respuesta catalana hace historia (mayor asistencia que la manifestación de septiembre del 77) y reabre una vez más el debate sobre la relación Catalunya-España. Resumiendo los puntos más importantes del acontecimiento:
  • Desafío: Los partidos catalanes, comprometidos en principio a actuar en bloque en Madrid.
  • El problema español: La provocación del TC al divulgar la víspera el recorte de Estatut engrosa la masiva respuesta. El Constitucional se convierte en juez y parte rechazado.
  • Transversalidad: Nunca un evento reunió tanta diversidad ideológica (republicanos, independentistas, federalistas, nacionalistas catalanes), generacional (abuelos, padres, hijos, nietos) y territorial (asistieron desde todos los puntos de la geografía catalana, incluso desde la Catalunya nord).
  • El colapso: La afluencia fue tan masiva que tuvo que disolverse la marcha a medio recorrido.
  • El clamor: Los gritos a favor de la independencia superaron a todas las demás consignas (España debe de tomar nota).
  • Los nacionalistas: El auge soberanista obligará a CiU a asumir la evolución ideológica de sus bases.
  • Los socialistas: El PSC se enfrenta al dilema de apoyar en el Congreso una posición distinta del PSOE (veremos si la disciplina de grupo puede con el grito unánime de los ciudadanos catalanes).
  • Ambiente familiar: Abuelos, hijos y nietos, coches de bebé y sillas de ruedas dieron la imagen cívica.
  • Dos incidentes: Dos exaltados (que no representan al millón largo de manifestantes, no lo olvidemos) increparon a Montilla y a Duran i Lleida sin consecuencias (no hubo agresiones como algún medio ha querido recalcar).

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