sábado, 10 de julio de 2010

La Batalla de Inglaterra (I)

We shall go on to the end, we shall fight in France, we shall fight on the seas and oceans, we shall fight with growing confidence and growing strength in the air, we shall defend our Island, whatever the cost may be, we shall fight on the beaches, we shall fight on the landing grounds, we shall fight in the fields and in the streets, we shall fight in the hills; we shall never surrender.

(llegaremos hasta el final, lucharemos en Francia, lucharemos en los mares y océanos, lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en el aire, defenderemos nuestra Isla, a cualquier precio, lucharemos en las playas, lucharemos en los lugares de aterrizaje, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las montañas: jamás nos rendiremos, Winston Churchill, 4 de junio 1940)



En 1940, lo único que separaba a Gran Bretaña de la ocupación nazi eran los treinta y dos kilómetros del canal de la Mancha, los escuadrones de cazas de la RAF y la voluntad del pueblo británico, decidido a resistir. Tras la derrota del poderoso ejército francés, Hitler decidió que el siguiente paso era Gran Bretaña. El 10 de julio de 1940 comenzaron las incursiones de la aviación alemana en el sur de la isla y en el canal de la Mancha. Durante 114 días, sobre el cielo de Gran Bretaña, la Royal Air Force (RAF) y la Luftwaffe (la fuerza aérea más poderosa del mundo en aquel momento) se enfrentaron en un singular duelo. Hombre contra hombre, avión contra avión, los feroces combates sólo podían tener un resultado: para el ganador, la vida; para el perdedor, la muerte. Fue la primera gran batalla enteramente disputada en el aire. Se libró sobre una de las áreas más densamente pobladas de Europa. En los casi cuatro meses de confrontación cayeron unos tres mil aviones y perecieron más de 3800 pilotos y cerca de 30000 civiles. La Luftwaffe no sólo perdió la superioridad aérea frente a la RAF británica sino que, para muchos historiadores, la batalla de Inglaterra marcó el principio del fin de Hitler... o el fin del principio, que diría Winston Churchill.

La invasión se retrasa:

  • En junio de 1940 Gran Bretaña tenía menos de 1800 baterías antiaéreas en todo el país. La defensa dependía de los 18 aeródromos establecidos en el sur. Desde allí los modernos cazas ingleses Hurricane y los recién salidos Spitfire podían despegar para atacar a la aviación enemiga. El Spitfire (con mayor maniobrabilidad) se mostró superior al Messerschmidt bf 109 (Me- 109) alemán (menor autonomía de vuelo).
  • Desde que Francia se rindió (22 de junio) hasta el comienzo de la batalla de Inglaterra (10 de julio) pasaron unas semanas vitales. El retraso de la invasión permitió a las fábricas británicas trabajar a destajo para producir los aviones que desesperadamente necesitaban. Finalmente Hitler autorizó a Hermann Goering (comandante supremo de la Luftwaffe) poner en marcha la operación Seelöwe o "León Marino".




Información obtenida del libro Las grandes batallas de la historia de Canal Historia.

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