La noticia trágica, una más, saltó el pasado sábado. Una joven de 14 años murió al desplomarse la atracción 'el pèndol' del parque de atracciones del Tibidabo. En el mismo accidente resultaron heridos de diversa consideración tres jóvenes de la misma edad (en el momento de escribir estas líneas solo un chica permanece ingresada en un centro hospitalario). La atracción está situada en un extremo del parque y consiste en un brazo articulado que transporta a cuatro personas provocando una caída libre a cien kilómetros por hora. Tengo que decir que el septiembre del año pasado fui una tarde con unos amigos al parque del Tibidabo y que monté en el Péndulo. Ciertamente es una atracción que dispara los niveles de adrenalina hasta cuotas desconocidas (por lo menos a mi). Así que cuando me enteré del suceso me quedé blanco como el papel. ¿Cómo es posible que a estas alturas de la película siga habiendo accidentes mortales en entornos de ocio y disfrute? Ahora, a toro pasado, como siempre, a pedir responsabilidades a la empresa municipal que gestiona el parque. Un fallo en el cálculo del peso que podían soportar los anclajes de El Péndulo se perfila como una de las principales hipótesis de la caída de la atracción del parque del Tibidabo de Barcelona. Según han explicado fuentes cercanas al caso, de acuerdo con las primeras investigaciones efectuadas por los técnicos, la caída de la atracción pudo obedecer a que sus anclajes eran insuficientes para soportar el peso del brazo del que cuelga la cabina con sus cuatro ocupantes, lo que acabó con el tiempo por arrancar de cuajo la base de "El Péndulo". La empresa de mantenimiento de las atracciones del Tibidabo trabaja en el parque desde el 1 de julio de este año, sólo 16 días antes del trágico accidente del Pèndol. Las tareas de mantenimiento en el parque fueron realizadas durante los seis años anteriores por la empresa Copisa, que también construyó el forjado de hormigón sobre el que se anclaba la atracción que cayó el sábado. "No nos sirve de nada que todas las normas (de seguridad) se hayan ido cumpliendo –dijo Hereu en su primera declaración pública tras el accidente–. Es evidente que no han sido suficientes. Algo ha fallado y hemos de saber cómo cuándo y quién ha fallado, para después asumir las responsabilidades pertinentes". El señor Hereu monta un circo y le crecen los enanos (no hay que olvidar que el Parque de atracciones del Tibidabo es totalmente competencia municipal). El pasado miércoles día 21 Parque de Atracciones del Tibidabo, S.A. (PATSA) reconoció, a preguntas de CiU, que el Tibidabo y sus atracciones funcionan sin la licencia ambiental que otorga el Ayuntamiento y que El Péndulo sufría problemas hidráulicos, con el eje y el sistema de frenado. La verdad comienza a salir a la luz. En estos días de duelo no quiero hacer más leña del árbol caído. Esperemos las conclusiones de las distintas investigaciones que hay abiertas para esclarecer con todo lujo de detalles qué pasó realmente, y cómo una atracción relativamente nueva y que había pasado todos los controles de seguridad se desplomó de esa forma. Por lo que parece es un caso claro de negligencia y los responsables, en mayor o menor medida, deberán asumir su culpa. Triste que haya tenido que morir una adolescente. Descanse en paz.
John Hemmingson: The Business Savant
Hace 1 año
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