"Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera: aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo, y defiendo tu vientre de pobre que me espera, y defiendo tu hijo."
Canción del esposo soldado, M. Hernández
Verano del 36. El viernes 17 de julio de 1936 se produce el levantamiento militar de las tropas acuarteladas en Canarias y las colonias españolas del norte de África contra el gobierno legítimo de la República. Un día después, el dieciocho, el levantamiento se propaga como la pólvora en el resto de la España peninsular. El Golpe de Estado propiciado por un amplio sector del estamento militar y secundado por la Iglesia y buena parte de la burguesía de ideología fascista no fructificó de la forma esperada por los golpistas lo que desembocó en una larga Guerra Civil (17-18 julio 1936 - 1 abril 1939). El pueblo afín a la República junto con las fuerzas del orden público pudo contener en muchas ciudades españolas a las fuerzas golpistas pero no pudo evitar la guerra. En los primeros días de la contienda se definieron las zonas controladas por los sublevados (nacionales) y las regiones leales al gobierno republicano (zona republicana). Es evidente que un conflicto de semejante magnitud no se gestó en pocos días y tenemos que considerar las causas que lo originaron. Entre las causas lejanas (antes de la Segunda República) podemos destacar la oposición radical, el ejército, la escasa modernización social (sociedad decimonónica) y las ideologías europeas (auges del comunismo y el fascismo).
Oposición radical:
Las tres guerras carlitas del siglo XIX, las deficiencias políticas de la Restauración y el gran peso político tanto de la iglesia como del ejército acentuaron la brecha existente entre la oligarquía y el resto de la sociedad sobretodo de los nuevos movimientos emergentes (nacionalismo, republicanismo y movimiento obrero y sindical), acontecimientos que asientan la radicalización de las ideas de ambas partes.
Ejército:
Durante el siglo XIX el ejército fue protagonista de los distintos golpes de estado. Hasta la Primera República (1873-1874) la práctica golpista apoyaba al liberalismo pero a partir de ésta la mentalidad del ejército se hizo más conservadora reforzada por las aspiraciones revolucionarias de la clase obrera y por la fuerza de los nacionalismos (vasco y catalán).
Escasa modernización social:
En España la Revolución Industrial se produjo más tarde y más lentamente que en sus países vecinos, una economía básicamente agraria, un alto nivel de analfabetismo, la gran influencia eclesiástica en la educación, la falta de infraestructuras educativas y la debilidad del Estado fueron algunas de las causas que frenaron la modernización del país a principios del siglo XX.
Ideologías europeas:
La influencia de las ideologías dominantes en el panorama europeo ayudó a agravar la situación. Por un lado el comunismo, la victoria de la Revolución soviética en 1917 radicalizó el movimiento obrero español. Por otro lado el nazismo y el fascismo acentuaron los ideales de los sectores más conservadores de la España de la época.
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