Deportes sobre dos ruedas

Nuevo fin de semana motorizado sobre dos ruedas. El domingo se disputó el Gran Premio de Motociclismo de Alemania. Se culminó el segundo triplete catalán de la historia del Mundial, el sexto en clave española. Ganaron Dani Pedrosa, Toni Elías y Marc Márquez. En MotoGP Dani plantó cara a Jorge Lorenzo y le recortó cinco puntos en el regreso de Valentino Rossi. 'Il Dottore' se quedó a las puertas del podio en su reaparición después de un mes y medio de baja. Pese al triunfo de Pedrosa, incontestable en esta carrera, el gran dominador de la categoría reína sigue siendo Jorge Lorenzo. El balear no ha bajado del podio en las ocho carreras dispustadas hasta ahora (cinco victorias y tres segundos puestos). El domingo salió redondo ara Toni Elías, que se adjudicó la victoria en Moto2 y vio como uno de sus rivales, Lüthi, caía y se descolgaba a 42 puntos. Marc Márquez sigue los pasos del gran Rossi en 125cc. Con la del domingo en Sachsenring, el joven de Cervera cuenta las últimas cinco carreras por victorias. A Marc le sonrió la suerte de los campeones en forma de caída del rival, un Pol Espargaró que se fue al suelo cuando se encaminaba a romper la racha de Marc. Por otra parte estamos en la tercera y definitiva semana del Tour de Francia. Ayer se disputó la segunda etapa pirineica y se destapó la polémica. Alberto Contador durmió anoche de amarillo. La manera como logró enfundarse el maillot está dando lugar a infinidad de interpretaciones. Una avería en la bici de Schleck (se le salió la cadena) le abrió las puertas del liderato. Alberto dice que no se dio cuenta. En Francia no le creen. Otro Tour polémico. El ciclista español reconoció a última hora de la noche, en la misma habitación de su hotel, que "tal vez" se haya equivocado. En ese caso, pide perdón al luxemburgués. No hay que ser más papista que el papa. Schleck sufrió una avería mecánica y Conatdor no pudo o quiso esperar. Lo veo lo más normal del mundo. Estamos hablando de ciclismo de alta competición, no un paseo en bicicleta con amigos. No seamos demagógicos. Acaso alguien le pidió cuentas a Lance Armstrong cuando el norteamericano se atiborró de sustancias cuanto menos sospechosas para tratar su cáncer. Pues eso.