Entre tanta malas noticias por fin alguna positiva. La gran noticia en títulares es que Al Qaeda ha puesto en libertad a Alicia Gámez tras 101 días de secuestro en el desierto (el 29 de diciembre Al Qaeda secuestró a los tres cooperantes en Mauritania). Sin embargo la felicidad es incompleta ya que Albert Vilalta y Roque Pascual siguen en manos de los terroristas islámicos. El Gobierno sostiene que no ha pagado rescate ni ha habido contraprestación alguna. El Gobierno ha recibido algún video y fotos de los rehenes, y llamadas a la familia como pruebas de vida. Así que a día de hoy podemos decir que Alicia Gámez está a salvo y en casa. Tras haber sido liberada en Mali y trasladada a Burkina Faso, después de 101 días de cautiverio a manos de Al Qaeda, un Falcon de las fuerzas aéreas española la trajo anteayer de vuelta de su pesadilla. El avión aterrizó a las cinco de la tarde del pasado día 10. A pie de pista la esperaba, junto a otras autoridades, el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu. Ningún mandamás quiso perderse la foto, que era gratis. Estos políticos nuestros no desaprovechan ninguna oportunidad para salir en la foto, intentando arañar votos como sea y dónde sea. Creo que es lamentable el cariz político que ha adquirido este secuestro y más lamentable las filtraciones que ha habido en todo el proceso negociador. Han salido a la luz pública fotografías y datos que sólo puede tener el Gobierno. No sé con que oscuro propósito o bajo qué intenciones se filtran a la prensa todos esos datos. Como siempre, y para variar, siguen haciendo las cosas mal. Y lo de aparecer en las fotos a pie de pista, es todavía más lamentable, máxime cuando todavía hay dos compatriotas españoles secuestrado en el desierto africano. Alicia Gámez leyó una nota ante el elevado número de periodistas que había congregado en la pista: "Hemos sido bien tratados, con respeto, y nos han atendido bien, dentro de las limitaciones propias y muy duras del desierto. La cooperante también agradeció al Gobierno "el trabajo realizado y el que va a seguir realizando hasta la liberación de sus compañeros", así como "el apoyo y la solidaridad de la sociedad española y catalana" durante el cautiverio. Ahora solo faltan dos detalles importantes para que se cierre el caso: qué cantidad de dinero se ha pagado por la liberación de Alicia (aunque lo niegue el Gobierno es obvio que ha habido alguna contraprestación política y/o económica) y qué se liberen los dos compañeros de Acció Solidària que todavía están secuestrados. Hasta entonces la felicidad será incompleta.
John Hemmingson: The Business Savant
Hace 1 año
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