En La Vanguardia de ayer apareció un artículo muy interesante que a continuación voy a comentar. Ahora que se va a producir la apagada analógica en la televisión en España, ahora que cada vez hay más canales de televisión y la audiencia está más segmentada, se nos plantea una pregunta con respecto a nuestra televisión autonómica. ¿Es sostenible el modelo de TV3? Los gastos de la televisión pública autonómica no dejan de crecer mientras la audiencia va a la baja. La decisión de TVE de recortar su estructura y de renunciar a la publicidad abre el debate sobre el modelo de televisión pública. Mientras, TV3 sigue compitiendo con el sector privado en el mercado publicitario y no reduce su gasto. Mientras audiencias e ingresos van a la baja, los gastos (que pagamos todos, no lo olvidemos) no dejan de aumentar en una televisión pública con una estructura de otra época. En resumen, tenemos:
- Sangría económica a costa del erario público: Las televisiones públicas sumaron 772 millones de pérdidas en España en el 2008 con unas subvenciones superiores a 1000 millones de euros (en diez años las subvenciones casi se han triplicado). En 8 años ha habido una subida del 30% del gasto. Es decir, el actual modelo sólo puede sostenerse con subvenciones.
- Efectos de las nuevas tecnologías (internet y TDT): La fragmentación de las audiencias es un proceso inexorable para todas las cadenas televisivas.
- Indicadores negativos: La televisión autonómica catalana es la tele con más pérdidas (-256,7 millones de euros) y mayor coste por empleado 66305 euros/empleado). El déficit de explotación se hunde un 220% y desde 1997 los índices de audiencia no han dejado de caer.
- Ineficiencia del gasto: A las autonómicas les cuesta 112,8 millones de euros un solo punto de audiencia.
- Soluciones: Necesidad de acabar con modelos vinculados a situaciones políticas. Iniciar una profunda reestructuración como hizo TVE hace tres años (la corporación presentó un ERE para 4700 empelados y recortó gastos).
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