He escrito muchos posts relacionados con los últimos escándalos de corrupción política que azotan nuestro país (en ocasiones bastante aburridos, lo reconozco). Continuo con el culebrón de los tres casos más importantes: caso Gürtel, caso Pretoria y caso Millet.
Caso Gürtel:
El juez del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid ve indicios de nuevos delitos en el PP de Camps y apunta en su auto a que los líderes del partido que encabeza Camps y altos responsables de la administración valenciana han podido incurrir en varios delitos. El juez Antonio Pedreira acepta la tesis de Anticorrupción sobre delito electoral. El instructor acepta las tesis sobre el sistema opaco de financiación del PP con el agravante de la nueva imputación por el delito de cohecho propio al recibir regalos de la trama corrupta. Esta acusación ha obligado al PP a cerrar filas con Camps (se protegen entre ellos, como el gremio de médicos). El presidente valenciano se defiende con informes jurídicos y auditorías. Lamentable que no haya dimitido este señor. Y todavía más lamentable que el presidente del partido, Mariano Rajoy, no le haya cesado de forma fulminante (¿será que también tiene trapos sucios que esconder?). Pronto veremos a Camps en el banquillo de los acusados para ser juzgado y ¿condenado? por todos esos delitos que se le imputan. Seguiremos el caso Gürtel con suma atención.
Caso Pretoria:
La Audiencia Nacional distribuyó ayer el sumario a las partes del caso Pretoria (casi 11000 folios). Los documentos describen una red estable para el tráfico de influencias. Según la Guardia Civil, el beneficio medio de cada operación de la trama era de 10 millones de euros. Luis García, Luigi, era el cerebro el grupo según los informes del fiscal anticorrupción. Prenafeta y Alavedra mantenían contactos fluidos con los 'consellers' Castells i Nadal (ambos del PSC). La lista de delitos imputados es larga: blanqueo de capitales, asociación ilícita, cohecho, tráfico de influencias, falsedad en documento mercantil y fraude a Hacienda. Las comisiones de los intermediarios eran del 3% al 5% del total de la obra y parte de ese dinero fua a parar a paraisos fiscales. Alavedra abrió en 1993 una cuenta en Suiza con 246 millones de pesetas aunque el dinero fue depositado años más tarde en una entidad de las islas caimán. Existian diferentes centros de actividad; beneficios de 16 millones en Santa Coloma, 13 en Badalona y 5 en Llavaneres. Este caso va para largo y muchas personas van a tener que rendir cuentas (no solo los imputados). Bartolomeu Muñoz (exalcalde de Santa Coloma), Manuel Dobarco encargado del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Coloma), Manuel Carrillo (propietario de Limasa, empresa a la que se le concedió la contrata de limpieza de Santa Coloma con un concurso amañado), Lluís Prenafeta (ex secretario de la Presidència en los primeros gobiernos del CiU), Luis García 'Luigi' (máximo imputado y consejero por amistad del ex alcalde de Santa Coloma), Macià Alavedra (ex conseller d'Economia), entre otros, se sentarán en el banquillo de los acusados. Este es el oasis catalán. Partidos políticos como CiU y PSC están involucrados en la trama, directa o indirectamente.
Caso Millet:
También hay novedades en este caso. La comisión de investigación sobre los presuntos pagos de Fèlix Millet a la Fundació CatDem (CDC) a través del Palau de la Música se pondrá en marcha la próxima semana en el Parlament, presidida por ERC y con la intención de tener listos sus trabajos a mediados de julio. No sé para que tanta prisa. Como todas las comisiones de investigación políticas, ésta no servirá para nada. Se taparán unos a otros las vergüenzas (hoy por mi, mañana por ti). Las inminentes elecciones al Parlament tampoco van a ayudar. Quedará todo en agua de borrajas, com los incendios de Horta de Sant Joan. Espero que la justicia haga su trabajo (todavía me queda algo de fe en la Justicia, no mucha por eso). Hay que recordar que según el Código Penal las comparecencias en una comisión de investigación son obligadas y los comparecientes deben decir también la verdad so pena de ser castigados con prisión o con multa. Algo es algo.
John Hemmingson: The Business Savant
Hace 1 año
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