viernes, 21 de mayo de 2010

Tragedia ecológica en el golfo de México (II)

Hace unas dos semanas me hacía eco de la catástrofe medioambiental que azotó el golfo de México debido a la explosión de una plataforma petrolífera y la posterior fuga de crudo que ello conllevó (hoy hace un mes de ese desastre). Voy a ampliar un poco el tema y explicar las acciones llevadas a cabo para mitigar el efecto de la marea negra. El primer intento para frenar la fuga de petróleo fue un rotundo fracaso. La petrolera BP tarta de conectar un tubo para desviar el fluido del pozo hacia un barco tras fallar la primera campana. Además, se ha comprobado que el vertido es mucho más grave del reconocido por la compañía BP. Cada día se vierten más de los 5000 barriles (800000 litros) de crudo reconocidos por BP. Por su parte, Obama arremetió contra el propio Gobierno Federal por su amiguismo y falta de control de las compañías petrolíferas. El secretario del Departamento de Interior de EE.UU. ha reconocido en el Senado que el Gobierno falló en el control de las perforaciones (lo obvio sale a la luz). Veremos que medidas toman de ahora en adelante pero el desastre del golfo de México será difícil de arreglar. Los expertos se han planteado depositar todo tipo de desperdicios para sellar la válvula de emergencia mientras BP intentaba sellar la fuga. Finalmente el pasado domingo, la compañía logró conectar una tubería al pozo (según fuentes de la petrolera). La mala noticia es que los científicos han confirmado que la cantidad de veneno negro podría haberse multiplicado por diez (tal como se sospechaba al ver las imágenes de los submarinos de BP). Según los primeros cálculos, el mecanismo de conexión de una tubería desde el pozo afectado por la explosión del pasado 20 de abril y un barco en la superficie evita una quinta parte del derrame (eso es totalmente insuficiente pero menos da una piedra). Ahora el temor es que la marea negra llegue a los ecosistemas de Florida ya que un brazo de la mancha ha entrado en una corriente del golfo. El impacto económico y medioambiental en una de las zonas más ricas en flora y fauna del planeta es indudable y se desconoce todos los efectos nocivos que el vertido puede haber provocado en todo el hábitat. Louisiana vive "el día más temido" con la llegada del crudo a la costa. Los humedales del Mississipi tienen el primer contacto con el vertido de BP con tierra firme. Espero que la investigación en todos los niveles sea exhaustiva y que los culpables (una vez sean hallados) paguen por el desastre.

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