El reto de España (II)

España, a la deriva. Como un gran velero que surca un océano de aguas turbulentas, el gran barco español zozobra de forma harto peligrosa y está apunto de irse a pique. La gran potencia mundial que antaño fue España (en tiempos de Felipe II no se ponía el sol en el gran imperio) está pasando uno de sus peores momentos de su historia. Y mi tono no quiere ser pesimista, sino realista. Y la realidad dicta sentencia. Estamos sumidos en una grave crisis económica (tal vez la mayor crisis financiera de la historia moderna), una crisis social sin parangón, una crisis de valores y de autoestima. El presente se funde en negro y el futuro, incierto por definición, se presenta como uno de los protagonistas de la genial película de Ingmar Bergman, el Séptimo Sello. Todos los estratos sociales nos vemos afectados por el tumulto financiero que unos pocos, ávidos de avaricia y codicia, han provocado. Creo que ya sabemos quienes son los principales culpables de esta situación. Tenemos una economía de mercado liberal sin ningún tipo de control, unos lobbies de presión que campan por sus anchas, unas entidades financieras con ánimo de gran lucro exprimiendo a los ciudadanos que harían palidecer a los usureros del medievo, un gobierno que lejos de legislar se ha dedicado a mentir, a regalar dinero del contribuyente a los responsables del actual desaguisado (bancos, cajas y otras aves de rapiña) y, cuando han visto su política nos ha abocado al desastre, decide expoliar y desangrar a las capas más vulnerables de la sociedad. Los ciudadanos humildes, con rentas medias y bajas, tienen que pagar la fiesta de los más poderosos bajo amenaza de derrumbe total. Claro, si caen los bancos, cae el sistema económico tal como lo conocemos (me niego a creer que no exista otro modelo económico más sostenible y menos agresivo con el ser humano y el resto del planeta), y volvemos a la edad de las cavernas. Salvemos a los bancos, cajas y a los especuladores de bolsa sin escrúpulos para que podamos seguir exprimiendo a los trabajadores. Cuando haya otra crisis (que la habrá, no cabe duda) volveremos a pagar la factura a los de siempre. Terminemos con el Estado del bienestar, que los pensionistas pierdan poder adquisitivo, que los funcionarios se rebajen el sueldo (total, la sanidad, la enseñanza y los cuerpos de seguridad no pintan nada), que las ONGs se pudran (invertir el 0,7% del PIB es historia) y los de siempre seguiremos gobernando y viviendo a costa del débil (la historia la escriben los vencedores y los fuertes). Da igual que los sindicatos (otro grupo de vividores y ladrones) estén callados y comprados, no arreglen las pésimas condiciones laborales de sus conciudadanos (siempre han hecho eso). Da igual que los partidos políticos se tiren los trastos unos a otros, no busquen soluciones (ya que han sido ellos los principales artífices de la situación actual). Son ineptos por naturaleza, inútiles por definición, embusteros por nacimiento y da igual el color político, solo buscan enriquecerse del pueblo y servirse de él (y yo que pensaba que su función era justo a la inversa). Mientras, la economía sigue en números rojos (¿dónde están los famosos brotes verdes?) ya que una subida del PIB del 0,1% tal y como están las cosas es coyuntural, cierran las pequeñas y medianas empresas por falta de créditos y subida de impuestos tanto directos como indirectos(las grandes se adaptan rápidamente con sus famosos EREs), se reduce el poder adquisitivo de gran parte de la sociedad (porque el IPC crece poco pero crece), sigue creciendo el desempleo (ya hay más de cuatro millones de parados y no es descabellado pensar que se llegará a los cinco millones) y la precariedad laboral (se trabajan más de ocho horas para cobrar una miseria de sueldo). Por lo menos el mundo sigue girando (¿por cuanto tiempo?) y no nos cobran por el aire que respiramos (aunque tal como está el patio, tiempo al tiempo). Esto es lo que hay, esto es la economía de libre mercado, esto es España.

FALTAN 14 DÍAS PARA LA INAUGURACIÓN DE LA COPA DEL MUNDO