El PP lograría una holgada mayoría absoluta y el PSOE retrocedería a niveles de 1977. Los españoles confían mucho más en la derecha que en la izquierda para superar la crisis económica. Este es el dato clave que explica el vuelco político sin precedentes que se va a producir el 20 de noviembre en las elecciones generales. A día de hoy, el Partido Popular está condiciones de obtener una holgada mayoría absoluta. El estudio demoscópico realizado por Noxa Consulting para el diario La Vanguardia, bajo la dirección del profesor Julián Santamaría, pronostica que el partido de la derecha española alcanzará el mejor resultado de su historia, con el 46% de los votos, lo que le proporcionaría entre 186 y 192 diputados. La mayoría absoluta se sitúa en 176 escaños. Si a la crisis le sumamos un desgobierno socialista obtenemos un resultado claro, la derecha arrasa. Con estas diferencias ya podemos afirmar que el azul de la gaviota del PP será el color del hemiciclo del Parlamento español a partir del próximo 21 de noviembre (ganará las elecciones el PP pero no gobernará, ya sabemos que gobierna Bruselas y los bancos). Cuatro años de destierro (bien merecido) para los socialistas como mínimo. Una cosa es hacerlo mal, y otra es no poder haberlo hecho peor, como ha sucedido con Zapatero (un primate como presidente, dejado a azar, no lo hubiese hecho tan mal).
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