domingo, 22 de mayo de 2011

Indignaos o el movimiento 15M


El día 15 de mayo (hace exactamente una semana) empezaron las manifestaciones en contra del actual sistema democrático y económico en la Puerta del Sol de Madrid. A partir de ese epicentro, el descontento generalizado de amplios sectores de la población española se ha extendido y se ha hecho evidente en muchos lugares de España y del extranjero. Dicho movimiento pacífico se ha denominado Revolución Española (Spanish Revolution) y parece que ha calado en la ciudadanía. Su manifiesto unitario y sus asambleas libres y participativas diarias son un reflejo del querer hacer las cosas bien. He leído y publicado en este mismo blog ese manifiesto y todos los puntos son coherentes y lógicos. Se gritaron consignas para participar en las elecciones de hoy (municipales y autonómicas) con la condición de no votar a los partidos mayoritarios (ya que son esos partidos los que nos han robado de forma descarada, nos han estafado sin ningún tipo de rubor, han pactado con los bancos para su propio beneficio y todavía nos tratan de imbéciles analfabetos). La Junta Electoral Central (siguiendo los dictados de un poder judicial fascista y corrupto) prohibió las manifestaciones para ayer ya que era día de reflexión (¿se puede saber qué tenemos que reflexionar?). Por fortuna las manifestaciones continuaron en un ambiente lúdico-festivo (considero toda la iniciativa un buen punto de partida pero no creo que se solucione nada). En Barcelona continuarán las manifestaciones hasta el 15 de junio y luego ya se verá como reconducir el tema. La candidez y buena fe que demuestran los manifestantes me exaspera. No entienden que con buenas palabras no se arregla este desaguisado. El control lo ejercen los ricos burgueses capitalistas, los grandes bancos y lobbies de poder y los políticos corruptos. Eso no se arregla con palabras y más palabras. Eso exige una acción violenta y revolucionaria. Esa gentuza no atiende a palabras, no escucha y solo quiere enriquecerse a costa de los ciudadanos. El único idioma que comprenden es la acción directa, contundente, a sangre y fuego. No exalto la violencia sino que si se quiere cambiar todo este entramado podrido desde la base, hay que actuar desde esa misma base hacia arriba de forma contundente. Revolución directa y sin contemplaciones. Los grandes cambios de la historia solo se han conseguido con revoluciones sangrientas (por desgracia el hombre con poder no entiende de diálogos y la única respuesta contra el atropello y la dictadura financiera y política es un cambio total y radical del sistema). Si se sigue por la vía de manifestarse de forma civilizada, ellos seguirán enriqueciéndose y riéndose a costa de nosotros (de forma civilizada, eso si). Sino al tiempo, todo seguirá igual (por desgracia).

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