Ahorrar al volante

La crisis y el aumento de los precios del carburante obligan a replantearse los hábitos de conducción. Un 20% es lo que se puede ahorrar en combustible gracias a la conducción eficiente. Un 5% es lo que se incrementa en consumo con las ventanas bajadas a 100 km/h. El 39% es el aumento del consumo si se fija el equipaje sobre el techo del vehículo a 120 km/h.

• Encended el motor sin pisar el acelerador ya que eso desajusta la regulación electrónica. Poned la primera y pasad cuanto antes mejor a segunda, después de unos dos segundos o tras haber transitado unos seis metros.
• A continuación, cambiad rápidamente, sin superar las 2.000 revoluciones por minuto en motores de gasolina (1.500 en los diésel). Pasad a tercera a los 30 km/h, a cuarta a los 40 km/h y a quinta a partir de los 50 km/h. Vuestros oídos también lo agradecerán: un coche a 4.000 revoluciones por minuto hace el mismo ruido que 32 coches a 2.000 revoluciones por minuto.
• Es preferible circular o avanzar en marchas largas con el acelerador pisado a fondo que en marchas cortas con el acelerador a medio gas.
• Aprovechad la inercia del coche y parad en el semáforo sin escalar previamente, sino manteniendo la marcha que se tenía puesta, hasta pisar el embrague y pararse. Como regla general, reducir la marcha cuanto más tarde mejor, subir la marcha cuanto más pronto mejor.
• Mantened el coche en buen estado. Controlad la presión de los neumáticos (una presión de 0,3 bares menor repercute en un incremento del 3% en el consumo) y los filtros del aire: mejoran la eficiencia del motor y reducen el consumo.
• Mantened la distancia de seguridad y el campo de visión que permita ver delante dos o tres vehículos: os permitirá adelantaros a los acontecimientos. Así conduciréis de manera más uniforme, sin frenazos, escalar marchas, etc.
• Apagad el vehículo si está más de un minuto parado. Al relentí, el motor consume hasta 0,7 litros a la hora.
• El pedal del gas alcanza la máxima eficiencia entre el 50% y el 70% del recorrido. Seguid a una velocidad uniforme, sin conducir con acelerones ni frenazos continuos.
• Si se ha cargado el coche, llenad el maletero y evitad elementos añadidos, como remolques o la baca en el techo, que provocan resistencias aerodinámicas y disparan el consumo.
• No forzar el aire acondicionado, no circular a elevada velocidad con las ventanas bajadas o el techo abierto.