miércoles, 14 de abril de 2010

Viva la república

No, España sigue siendo un país monárquico. A lo largo de la historia la monarquía ha reinado (nunca mejor dicho) durante muchos años sobre los ciudadanos españoles. Actualmente los españoles estamos gobernados por una monarquía parlamentaria. También ha habido periodos de dictaduras (España ha sido y es un país de militares). Sólo durante dos cortos periodos ha habido un sistema de gobierno moderno, democrático por y para el pueblo: la República. La Primera República fue un experimento fallido que apenas duró un año en el siglo XIX. Sin embargo el 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República Española. Mucho se ha escrito y se ha hablado de ese periodo histórico. Desde el principio se pretendió cambiar radicalmente la forma de gobierno que había existido en el país. Se hicieron numerosas reformas en distintos ámbitos, se proclamó la laicidad y se aprobó un nueva Constitución que supuso un avance notable en el reconocimiento y defensa de los derechos humanos por el ordenamiento jurídico español y en la organización democrática del Estado. Las disposiciones generales de esa Constitución eran:

  • Artículo 1º. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo. La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones. La bandera de la República Española es roja, amarilla y morada.
  • Artículo 2º. Todos los españoles son iguales ante la ley.
  • Artículo 3º. El Estado español no tiene religión oficial.
  • Artículo 4º. El castellano es el idioma oficial de la República. Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones. Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional.
  • Artículo 5º. La capitalidad de la República se fija en Madrid.
  • Artículo 6º. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
  • Artículo 7º. El Estado español acatará las normas universales del Derecho internacional, incorporándolas a su derecho positivo.
Buenas intenciones, grandes proyectos, cambios estructurales, cambios de mentalidad, avances culturales, libertad (y por desgracia, libertinaje). Y no fue suficiente. La situación socio económica no fue la adecuada (la Segunda República coincidió con una grave crisis económica y financiera). Los sectores monárquicos, burgueses y de derechas nunca estuvieron cómodos bajo este nuevo sistema de gobierno y conspiraron continuamente y sin descanso para derribarlo. El elevado grado de analfabetismo fue un lastre para la sociedad de la época. Las reformas agrarias nunca fueron llevadas a cabo como el sector agrario esperaba. Los disturbios fueron continuos y en muchas ocasiones el Gobierno fue incapaz de encarrilar la situación. Mucha censura, graves persecuciones eclesiásticas, violencia comunista y anarquista. Alternancias políticas, proclamaciones de independencia dentro de la propia República, huelgas generales, fuertes represiones contra manifestantes, etc. El lado oscuro de la República tuvo un peso importante, sino decisivo en su desenlace. Un caldo de cultivo que acabó derivando en un golpe de estado y una Guerra civil. Pero eso es otra historia (negra) de España.


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