martes, 13 de abril de 2010

Un juez en el banquillo

Una vez más la realidad supera a la ficción. Cuando leí la noticia me quedé atónito: el Supremo cree que ya toca juzgar al juez Baltasar Garzón. Cuando todavía la Trama Pretoria es actualidad (investigación de corrupción en el ayuntamiento de Santa Coloma iniciada por el juez Garzón) nos llega esta bomba informativa. El instructor del caso del franquismo rechaza más pruebas y propone llevar a juicio al juez. La propuesta del ponente abre la puerta a suspender de funciones al magistrado de la Audiencia Nacional. Garzón podría ser inhabilitado veinte años. La querella interpuesta por Falange por la investigación del franquismo está a un paso de llegar a juicio. Parece increíble que un partido fascista que debería estar ilegalizado por la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio (Ley de Partidos Políticos) quiera llevar a un juez que investiga los crímenes del franquismo a juicio. Recordemos que el objetivo de dicha ley es garantizar el funcionamiento del sistema democrático "impidiendo que un partido político pueda, de forma reiterada y grave, atentar contra ese régimen democrático de libertades, justificar el racismo y la xenofobia o apoyar políticamente la violencia y las actividades de las bandas terroristas". Naturalmente esa ley fue aprobada con el único objetivo de ilegalizar los partidos vascos de extrema izquierda. De todas formas Falange entra de lleno en definición de lo que no ha de ser un partido democrático. En fin, unos fascistas acusando a un juez de hacer su trabajo. Y no son los únicos. Manos Limpias (¿de qué tiene limpias sus manos?) también anuncia que solicitará la apertura del juicio oral contra el Magistrado Garzón. Esto es España, un país de pandereta, donde la extrema derecha sigue campando por sus anchas, donde un gran número de políticos corruptos se enriquecen y donde se exprime y desangra al trabajador (aunque eso es otra historia). En resumen, se ha hecho pública la resolución del Magistrado Instructor de la Sala 2ª del Tribunal Supremo, Luciano Varela, mediante la cual se acuerda transformar en un procedimiento abreviado las diligencias abiertas al Magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, por un presunto delito de prevaricación, que habría cometido al iniciar, no siendo competente legalmente, una causa por las desapariciones del franquismo. Que quede claro que Garzón nunca fue santo de mi devoción. Tiene un amplio curriculum de actuaciones cuanto menos dudosas (militancia en el PSOE, ataque indiscriminado a Terra Lliure los días previos a los Juegos Olímpicos de Barcelona...). Los hechos son claros. Por una parte tenemos unos partidos nazis que deberían estar ilegalizados como correspondería a un país democrático (en Alemania, Francia o Suiza estos partidos ya serían historia). Sin embargo aquí no es así lo que demuestra una vez más que la transición no cerró las heridas del franquismo y la extrema derecha sigue teniendo mucho poder (igual que el Ejército y la Iglesia). Tampoco tenemos que olvidar las tres causas abiertas que tiene Garzón en al Alto Tribunal: la investigación de los crímenes del franquismo, presuntos pagos del Santander para cursos en Nueva York y escuchas telefónicas de imputados del caso Gürtel en prisión. La resolución dictada contra Garzón sobre su investigación de los crímenes contra el franquismo es recurrible y obviamente el juez tiene decidido impugnarla. Naturalmente no ha faltado muestras de apoyo ante la situación que está viviendo Garzón. Seguiremos el curso de los acontecimientos.

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