Uno de mis primeros posts en este blog trató sobre la gripe A y la elevada probabilidad de pandemia que esa nueva cepa de virus conllevaba. Eso fue hace más de medio año. Al final ha resultado un fiasco total. Ni la gravedad ni la extensión han sido las previstas. Un año después que se declarara la pandemia los gobiernos y la propia OMS hacen autocrítica. Lo lamentable del caso ha sido el gasto que ha realizado Sanidad al gastar 90 millones de euros (en la peor crisis económica de la humanidad, no lo olvidemos) en la compra de 13 millones de vacunas de las cuales solo se utilizaron el 10%. Ante estos número la Generalitat, el Ministerio de Sanidad y la OMS elaboran informes autocríticos sobre la epidemia (esto me recuerda a los típicos expedientes que se abren, se cierran y que no sirven para nada). La organización internacional justifica la alarma por el sorprendente virus y niega intereses ocultos (¿a esta gente no se les cae la cara de vergüenza?). Ver para creer. La gripe A (H1N1) no ha sido una pandemia. La gripe estacional provoca 250000 muertos cada año en el mundo, pero la del 2009 sólo ha causado 17700. La OMS modificó la definición de pandemia de manera que no fuera necesario que hubiese víctimas mortales. Lo peor del caso es que los responsables dicen que más vale equivocarse por exceso que por defecto. Resumiendo, se ha exagerado la enfermedad (de manera intencionada o por ineptitud) y se han exagerado las bondades de los fármacos y vacunas. Los gobiernos han realizado un desembolso económico que no era necesario y las grandes beneficiarias de ello han sido las empresas farmacéuticas (siempre hay alguien que saca tajada). La industria fijó en 7,3 euros el precio de cada vacuna aunque no las vendió todas. El sector calcula que la campaña le ha supuesto unos réditos de 15000 millones. Ganan las farmacéuticas y pierden los gobiernos (y los ciudadanos, que con sus impuestos han pagado indirectamente esas vacunas que no se han utilizado). ya va siendo hora que los organismos competentes investiguen a fondo este escándalo y responda las preguntas que nos hacemos los cuidadanos. ¿Por qué ese alarmismo injustificado? ¿Por qué esa inversión en unas vacunas que no eran necesarias? ¿Quién se va a "comer" las vacunas no utilizadas? ¿Por qué siempre hay lobbies que se benefician de la incompetencia o mala fe de ciertos organismos oficiales? Por cierto, la OMS se dispone a desactivar el mes que viene la alerta a causa de la gripe A. El organismo prevé bajar al 2 el nivel actual 6 de riesgo por la escasa agresividad del H1N1. La incertidumbre impide diseñar que vacuna se ofrecerá a la población el invierno que viene (no sé si esto es una buena o mala noticia vistos el fiasco de la gripe A). A día de hoy sabemos que no han desaparecido todos los riesgos aunque los graves peligros que se auguraban no se han consumado. Por ello se ha abierto un periodo de intensa autocrítica que no servirá de nada (como siempre).
John Hemmingson: The Business Savant
Hace 1 año
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