martes, 2 de febrero de 2010

Flo, cuánto te añoramos (I)

Ayer hizo exactamente tres años que murió nuestra perra Flo, la primera mascota con cara y ojos que tuvimos. Aunque en su cartilla de nacimiento figura que su raza era 'Pomerania', en realidad era un 'Spitz japonés'. A continuación voy a copiar casi literalmente lo que escribí en mi diario (nunca publicado, evidentemente) ese día. Para no hacerlo muy largo lo escribiré en dos partes.


El diario lo terminé el último día del año pasado. Hoy hago un añadido por causa justificada. Hoy jueves a muerto nuestra perrita Flo. Nació el 11 de octubre de 1995 y ha muerto hoy sobre las 18 horas sin llegar a cumplir los 12 años. Nos ha dejado para siempre. Todo el mes de enero ha estado enferma (nunca creí que su enfermedad fuera tan grave y resultara fatal). Parecía que tenía una neumonía con esa tos ronca, luego pasó a sufrir soplos cardiacos y finalmente el veterinario nos dijo que era un problema de las válvulas en el corazón. Dicha anomalía le producía un drenaje de sangre en el pericardio comprimiéndole el corazón. Tampoco descartó que pudiese ser un tumor en los pulmones pero la acumulación de líquidos impedían confirmar dicho diagnóstico. Al finalizar todo el tratamiento se le haría una biopsia para descartar esa posibilidad. Hoy su estado empeoró de forma repentina y a la tarde se le hizo una intervención quirúrgica de urgencia para sacarle el líquido. No hubo reacción positiva y una hora más tarde, ante un fallo respiratorio irreversible, le dimos la inyección para que no sufriera (era evidente que se asfixiaba por la coloración azul de su lengua y por el bajo ritmo cardiaco). Nunca sabremos como se complicó todo tan deprisa (no le hicimos ninguna necropsia). Como he dicho antes quizá ya sufría un tumor en los pulmones (aparecían manchas sospechosas en las radiografías). Eso ya es igual, el resultado es el mismo. Tengo la esperanza que en sus últimos momentos no haya sufrido (estuvo acompañada por mi madre en su último suspiro) y que ahora será feliz allí donde esté. Por lo menos espero que sea igual de feliz que lo ha sido aquí con nosotros. Fue nuestro primer animal que conllevaba cierta responsabilidad. Nos la regalaron en febrero de 1997 (la hemos tenido entre nosotros una década) y estaba delgada y desnutrida (la habían alimentado a base de sopas y nunca había pisado la calle). Su 'personalidad' fue siempre muy característica. Marcaba su territorio, gruñía si le quitábamos la comida (eso nunca pudimos evitarlo), ladraba con el sonido del timbre. Pero enseguida se hizo un hueco en nuestros corazones. Aún recuerdo los primeros días que olfateaba todos los rincones de la casa y dijimos que no dormiría con nosotros. Solo fue una noche. Encontró su refugio (que nunca abandonó) entre los huecos del lavabo y el bidé y la pared. También dormía en la cama de mis padres aunque a veces cambiaba de lugar (no muchas). Tenía mucho miedo a los petardos y a los truenos (se escondía donde creía sentirse segura, muchas veces en la bañera). En las verbenas de San Juan teníamos que darle tranquilizantes. Tenía sus manías, como todos los perros. Dormía en el rincón del lavabo muchas horas, con el celo le daban ataques y se restregaba en nuestra pierna. Su salud nunca fue excelente. Se constipaba fácilmente (supongo que al no salir hasta casi el año y medio le perjudicó), le picaban los bichos con asiduidad, tenía tendencia a pillar garrapatas y pulgas aunque estuviera desparasitada… Era una autentica flor. Le gustaba mucho viajar. Nunca se mareaba en los viajes. Estuvo en Barcelona, Cunit, Benidorm, Galicia. Solo le faltaba el casco.

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