A pesar de no haber publicado nada durante casi un mes por hallarme de vacaciones en Cunit y no tener un acceso óptimo a la red de redes, el mundo ha continuado girando y se han producido alguna que otra noticia digna de mención. Quizás la más importante es que la guerra civil en Libia toca a su fin. Después de medio año de lucha fratricida en el país norteafricano, los rebeldes asaltaron y ocuparon la capital, Trípoli. Todavía quedan focos de resistencia en esa y alguna otra ciudad pero la guerra civil entre los rebeldes libios y los defensores del régimen dictatorial de Gaddafi tiene las horas contadas. Todavía se desconoce el paradero del rais libio pero está claro que tarde o temprano lo encontrarán (existe una suculenta recompensa para fomentar la participación ciudadana). También fue noticia la masacre de un perturbado fundamentalista cristiano noruego que masacró a unos jóvenes en una isla cerca de Oslo y puso una bomba en el centro político de la capital escandinava. Otro asunto candente es la grave crisis económica que azota al país. Las consecuencias no se han hecho esperar: depresión económica sin parangón en la historia reciente de España, tasas de desempleo récords, recortes en políticas sociales sobretodo en sanidad y educación, adelanto de las elecciones generales y lo más sonado, la reforma constitucional para lamer el culo (y lo que se tercie) a la presidenta del gobierno alemán. PSOE y PP unen sus fuerzas (y escaños) para reformar la constitución y fijar un límite en el déficit de las distintas administraciones públicas. CiU, como de costumbre, no hará nada para evitar eso. En teoría se debería celebrar un referendo para cambiar (aunque solo fuese una coma de un artículo menor). Como aquí no hay democracia, no me sorprende la negativa del desgobierno para hacerlo. Más de lo mismo. Lo que está claro es que si PSOE y PP están de acuerdo, nada bueno no puede salir de ello. Y mientras tanto, la Merkel se ríe debajo del bigote viendo como los peleles hispanos marchan al ritmo de su batuta. Asco de país, asco de Europa.
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