miércoles, 6 de julio de 2011

Juego de tronos (IV)


Ya lo puedo afirmar. A falta del último episodio localizado al castellano (el próximo lunes se emite en Canal + el último de la temporada), he visto la serie (los diez episodios) completa. Es hora de hacer una crítica general. Para empezar un comentario obvio pero necesario. El libro es mejor (nada nuevo bajo el sol). Por muchos esfuerzos y por más talento y dinero puestos en la serie, era imposible igualar la magia, el estilo, la trama, el ritmo y el encanto del libro (eso no quiere decir que la serie sea mala, ojo). No lo iguala, es cierto, pero se acerca mucho. Creo que el objetivo de la serie se ha cumplido. No defrauda mucho a los fans incondicionales de los distintos libros de la saga y entusiasma a los neófitos de la gran 'canción de hielo y fuego'. Bien ambientada, con excelentes exteriores, buena fotografía, mucha acción, buenas interpretaciones en general (no me convence ni Lord Nieve ni Robb) y bastante fiel al libro. Evidentemente tiene sus defectos, diez episodios son pocos para explicar de forma coherente toda la trama, hay escenas demasiado lentas, con muchas explicaciones redundantes y otras demasiado cortas (los sueños de Bran, por ejemplo, no están muy bien desarrollados). Tampoco me convence los pequeños lobos huargos, parecen perros grandes. La música es buena, especialmente la pegadiza tonada de los títulos de crédito (me gusta la introducción, mostrando los engranajes de todas las conspiraciones y traiciones que se maquinan en Poniente y los enclaves más importantes que ven apareciendo). El doblaje, sin ser una maravilla, cumple su cometido (aunque es evidente que como la versión original, nada). Visto el presupuesto, en general la serie cumple con creces las expectativas aunque no es totalmente redonda (existen bajones en la intensidad, diálogos superfluos y en ocasiones suceden muchos acontecimientos de forma rápida y atropellada). Por cierto, este mes se inicia el rodaje de la segunda temporada que se estrenará en la primavera del año que viene. La espera se va a hacer eterna.

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