La importancia ecológica de la trashumancia (Pedro P. Olea y Patricia Mateo Tomás)
La trashumancia constituye un sistema tradicional de manejo del ganado que consiste en el movimiento estacional y cíclico de los rebaños en busca de pastos. La trashumancia se ha desarrollado allí donde las diferencias climáticas y orográficas han favorecido un desarrollo del pasto asincrónico en el espacio y en el tiempo, ya que el desplazamiento del ganado permite optimizar su aprovechamiento. Su mayor esplendor se alcanzó entre los siglos XVI y XVIII, con el comercio internacional de lana de oveja merina, que España monopolizó durante siglos.
Valor ecológico:
- Aparte del valor cultural, social y económico de la trashumancia, los beneficios para la conservación de los ecosistemas naturales son numerosos y variados, aunque todavía poco conocidos. Estos beneficios adquieren valor añadido en el contexto actual de intensificación de la producción agropecuaria.
- El ganado ejerce una función notable en el mantenimiento de los ecosistemas de montaña, pues contribuye al control de incendios forestales y desastres naturales, como las avalanchas de nieve y los corrimientos de tierra.
- La cabaña ganadera trashumante en los puertos de montaña es además un recurso trófico básico para el buitre leonado, un carroñero con una importante función ecológica.
- Mediante el uso estacional de los pastos no solo se consigue un mejor aprovechamiento de los mismos, sino que también se garantiza la sostenibilidad del recurso al evistar la sobreexplotación.
- Las cañadas operan a modo de corredores ecológicos, facilitando la dispersión y comunicación entre ecosistemas.
- En la actualidad, la actividad trashumante se halla en declive en toda Europa.
- Las duras condiciones de trabajo, junto con la baja rentabilidad de las explotaciones agrarias y un escaso apoyo administrativo han ido reduciendo de forma progresiva la cabaña de ovino trashumante.
- La desaparición de razas de ganado creadas o asociadas con la trashumancia constituye otro problema añadido, no solo por su significado ecológico, sino por su valor cultural y genético.
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