domingo, 10 de abril de 2011

Sidney Lumet (1924-2011)


Ha muerto una leyenda del mundo cinematográfico. The New York Times avanzó, a primera hora de la tarde de ayer, la muerte de Sidney Lumet que hizo del compromiso el principal argumento de su extensa filmografía. En 1957, cuando todavía no se habían inventado las pruebas de ADN, Lumet pergeñó una de sus obras maestras, Doce hombres sin piedad (una de las películas imprescindibles de la historia del cine para cualquier para cualquier amante del séptimo arte). En esa mítica película tomó el cuerpo y la voz de Henry Fonda (el único miembro del jurado que se negaba a condenar a un hombre por la mera versión oficial) para salir en defensa del espíritu crítico y de la capacidad de disentir. La perseverancia de ese disidente, que convence a los otros once de la inocencia del acusado, convirtió a ese relato en uno de los hitos en contra de la pena de muerte. Esa fue su primera película y aquellos no eran tiempos fáciles. Así vivió Lumet, al que, curiosamente (¿o no?) nunca le concedieron un Oscar. En 2005 la Academia quiso reparar su error y le otorgó una de las estatuillas honoríficas. El premio se lo entregó Al Pacino, que protagonizó Tarde de perros en 1975. Dos años antes había logrado uno de sus mejores trabajos en Serpico, donde interpreta a un policía insobornable que se enfrenta a sus compañeros. Una versión más de otro de sus grandes temas como es el del coraje individual. Lumet prefirió las calles de Nueva York a los lujos de Hollywood. El propio director escribió en una ocasión: "Mientras el objetivo de todas las películas es el entretenimiento, el tipo de films en los que yo creo van un paso más allá, obligan al espectador a examinar una faceta y otra de su propia conciencia. Esto estimula el pensamiento y permite que los juicios mentales florezcan". Dirigió una media de un largometraje al año durante cuatro décadas. Actores como Marlon Brandon, Paul Newman o Sean Connery protagonizaron alguna de sus películas. Dirigió teatro y se fogueó en la televisión. No es de extrañar que uno de sus títulos más aclamados sea Network (1976). En esta película, un conductor de informativos sale del declive denunciando la hipocresía de la sociedad estadounidense. El último film que dirigió fue Antes que el diablo sepa que has muerto en el año 2007.

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