Dicen que la realidad supera la ficción. Y si estamos en España ese axioma se cumple de forma absoluta. Si eso lo mezclamos con la inteligencia de nuestros políticos el resultado no ha de sorprendernos. La semana pasada salió a la luz pública una noticia bastante surrealista, y por que no decirlo, penosa. La noticia es la siguiente: el gobierno de Extremadura ha inaugurado un curso de educación sexual para menores, con un presupuesto de 14000 euros, en el que una de las materias a tratar será la masturbación, bajo el nombre de 'autoexploración sexual' y el 'autodescubrimiento del placer'. La consejera de igualdad de Extremadura, Pilar Lucio, sostiene que el fin de la campaña es fomentar las relaciones igualitarias y la educación afectivo sexual y atribuye a "interpretaciones" en que en ellas se fomente la masturbación. Las críticas no se han hecho esperar. Para el PP, esta campaña es un atentado a la inteligencia de los jóvenes en unos tiempos en los que su principal preocupación es el paro. Por una vez, y sin que sirva de precedente, les voy a dar la razón. Es de juzgado de guardia todo este disparate. ¿Así dilapidan el dinero de las arcas públicas esta gente? Porque aunque sea dinero de la comunidad extremeña ese dinero sale de todos los españoles (y me atrevería a decir que mayoritariamente de los catalanes). ¿Los chicos que asistan tendrán que hacer algún trabajo (manual) que demuestre los conocimientos adquiridos?, ¿tendrán algún examen final delante de algún tribunal de expertos?, ¿podrán subir nota si "progresan adecuadamente"?, ¿habrá algún tipo de titulación académica homologada?, ¿los alumnos podrán incluirla en su currículo (si han conseguido dicha titulación) al buscar trabajo?, ¿podría ir a Extremadura y que me convalidasen ese curso dada mi amplia experiencia (demostrable) sobre el tema (son muchos años practicando de forma autodidacta)? En fin, son preguntas estúpidas, pero no menos que el tema que nos ocupa. Hablando en serio, ¿es necesaria este tipo de formación?, ¿en qué se gastan los ayuntamientos y las comunidades autónomas el dinero de todos los contribuyentes? La polémica, una vez más, está servida. Las decisiones de los políticos siempre son polémicas (y más en este país), pero si entran en cosas tan privadas como el sexo aumentan las discrepancias. Habrá padres que quieran que sus hijos aprendan sexualidad para evitar futuros disgustos o porque ellos no son saben como explicarles ciertas cosas (craso error, creo que la educación sexual deberían ser responsabilidad de los padres). Otros querrán ser ellos mismos quienes les expliquen a sus hijos ciertos hábitos sexuales (eso debería ser lo habitual).
John Hemmingson: The Business Savant
Hace 1 año
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