Mañana la inmensa mayoría de los españoles que tienen derecho al voto tiene cita con las urnas. Mañana se elige al Gobierno títere que ocupará el parlamento español durante un máximo de cuatro años. Digo la mayoría, porque no todos los ciudadanos podrán votar (muchos residentes en países extranjeros no han podido ejercer su derecho legítimo), digo títere porque el candidato que salga elegido no solo cumplirá las órdenes de los bancos y de Alemania (no sé si en este orden), digo máximo de cuatro años porque tal como está la situación socioeconómica de este miserable país lo más probable es que el gobierno elegido sea sustituido por otro tecnócrata antes de agotar la nueva legislatura. Hoy es jornada de reflexión y por lo visto hay muchas cosas que reflexionar. El movimiento 15M sigue siendo ninguneado, las opiniones de los ciudadanos no se tienen en cuenta, los partidos minoritarios no tienen ni voz (ni voto), los debates son mínimos o no se hacen (la incomparecencia de la candidata por Barcelona del PSOE impidió ayer a los ciudadanos conocer 'algo' del programa electoral de los cinco partidos con representación en Catalunya). Antes de terminar voy a transcribir una reflexión de un ciudadano que vive en Argentina:
Desde la distancia veo un país que no es consciente de a qué se enfrenta. Un país que carece de actitud tiene como destino ser cada día más mediocre. Si el pueblo español fuera consciente, no seguiría escuchando a unos políticos incapaces de gestionar un país. Pero España se ha vuelto un país burgués, acomodado, que no lucha por su tierra, pues lo más sencillo es quejarse, pedir que les devuelvan el llamado Estado de bienestar en vez de enfrentarse a quien lo ha llevado a la ruina, el Gobierno y la banca. Falta coraje por parte de los españoles, pues no olvidemos que es el pueblo quien decide, pero parece que el pueblo se vendió por unos pocos euros.
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