Alemania reacciona... mal y tarde

Habemus papam. Bueno, en realidad tenemos identificado (por fin) el culpable de la infección en Alemania. Las autoridades germánicas han confirmado que la soja es la causante de la infección de Escherichia coli enterohemorrágica. Por tanto se levanta la alerta de no consumir pepinos, tomates ni lechuga (a buenas horas mangas verdes). Fueron los brotes germinados de soja. Sin haber conseguido localizar analiticamente el origen del brote infeccioso de bacteria E. coli del norte del país, Alemania se rinde cansada a al evidencia estadística. "No existe otro rastro seriosos que no sean los brotes" dijo el presidente del Instituto Robert Koch de Berlín. Los ministros implicados, Sanidad y Agricultura, se declaran "aliviados" y cancelan la alerta de no consumir tomates, lechugas y pepinos, vigente desde el 25 de mayo. Una bendición para el sector hortofrutícola. La gente que comió brotes germinados tuvo nueve veces mas probabilidades de sufrir diarreas sanguinolentas u otros signos de infección por la bacteria EHEC (E. coli variante enterohemorrágica) que quienes no lo hicieron. La carrera por dar con el origen del brote puede haberse perdido porque suele perderse, pero si hay que buscar responsabilidades, la lentitud y la descordinación serían el motivo, extremo que los especialistas y ministros concernidos desmienten, con la canciller Angela Merkel calificando de "correcta" la gestión de esta crisis sanitaria de 30 muertos y casi 3000 afectados. No es el primer brote de EHEC que conoce el país. Alemana ya sufrió uno similar en 1998, con 13 muertos y miles de afectados. Asimismo la Comisión Europea (CE) ha confirmado hoy que Alemania no exportó a otros países comunitarios semillas germinadas procedentes de la explotación señalada por las autoridades como probable origen de la infección de la cepa agresiva de la bacteria E. coli. Por otra parte las autoridades de Moscú han levanado el embargo a las verduras y hortalizas europeas impuesto tras el brote de E. coli en Alemania (demasiado tarde, el sector hortofrutícola está tocado de muerte pese a las ayudas millonarias prometidas por la Unión Europea).