Se vislumbraba aires de cambio. Se percibía un cambio de tendencia en la liga española. Y esta semana se ha confirmado. La derrota del Barça en Pamplona (nefasta primera parte del equipo azulgrana) y la contundente victoria del Madrid ayer contra el Levante (gran actuación de Cristiano Ronaldo) han establecido la distancia entre ambos equipos a diez puntos. Una eternidad. Un abismo. Después de tres ligas consecutivas el Barça hinca la rodilla y cede el testigo a su eterno rival. Está claro que todavía el FC Barcelona es mejor equipo que el Madrid (único equipo que ha ganado en el Bernabéu en la liga y ha eliminado al equipo blanco en la copa de España). Sin embargo en el torneo de la regularidad no hay color. Si sigue a este ritmo (y nada hace pensar que no lo hará) el Real Madrid batirá todos los registros en esta liga. Ha ganado prácticamente todos los puntos disputados, ha goleado en muchos partidos y no tiene rival. No tiene rival porqué el Barça se ha dejado muchos puntos fuera de casa (en el Camp Nou ha ganado casi todos pero a domicilio se ha perdido casi el 50% de ellos). El torneo de la regularidad tiene amo y señor. Este año el Madrid ganará la liga (salvo sorpresa inimaginable) rompiendo la racha del Barça en ese torneo. El equipo blaugrana jugará la final de Copa frente al Athletic Club de Bilbao en mayo. Y esta semana se disputan los primeros partidos de los octavos de final de la Liga de Campeones. Lo que se presagiaba hace unos meses se confirma ahora. Barça y Madrid son los amos. A distancias cortas el Barcelona todavía puede ganar al Madrid. A 38 partidos, no. La Copa de Europa decidirá quien es el mejor en global. Para más adelante dejaré mi análisis personal del bajo rendimiento del FC Barcelona en esta liga aunque no hace falta ser un lince para darse cuenta que la pobre aportación del tres veces balón de oro Leo Messi tiene mucho que ver. Tampoco la labor arbitral ha ayudado al equipo culé en muchos trances de esta liga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario