1991: Un puercoespín azul (II)
La fiebre de las consolas tuvo su máximo exponente en su país de origen, Japón. Más de cinco millones de portátiles Game Boy se vendieron en apenas unos meses. Lo más curioso de todo es que no sólo se utilizaban para jugar. También existían cartuchos, nunca publicados en España, que transformaban la consola en una calculadora, una agenda de direcciones y teléfonos o en las Páginas Amarillas japonesas (y no es un chiste fácil).
Hay pocas formas más originales de hacer publicidad que la que utilizaron Ubi Soft y Atari en agosto de 1991. Durante quince días, alrededor de cien ordenadores provistos de los últimos lanzamientos de Ubi viajaron por la Costa Azul en una goleta de 28 metros de eslora y 8 de manga. Los habitantes y turistas de Mónaco, Tolón, Saint Tropez o Cannes tuvieron la oportunidad de visitar la curiosa exposición. Nos quedamos con las ganas de saber si el balanceo del barco era o no un impedimento para manejar los distintos videojuegos que allí se exhibían.
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