lunes, 16 de abril de 2012

Titanic, el mito (II)


Se cumple el centenario de su naufragio causado por un accidente del que se lleva escribiendo desde el primer día. Y a lo largo de este tiempo han habido algunas constantes que permanecen invariables. La más notable: el baile de cifras, especialmente de víctimas, que varía entre las 1.491 y las 1.523 muertes. Además está la disparidad de versiones acerca de cómo transcurrieron sus últimos momentos, la aparición de peregrinas teorías (conjunciones lunares, maleficios egipcios) y otras lindezas que añaden algo de misterio a lo que fue un accidente naval que consistió en el choque lateral por la amura de estribor con un iceberg que no pudo verse a tiempo en la noche. Hay que considerar que antes de 1912 no había radares, ni prismáticos de visión nocturna y sólo podemos sospechar que en el Titanic hubo un exceso de confianza de marinos experimentados. El incidente, que describimos gráficamente en estas páginas, se produjo a las 23:40 horas del Atlántico Norte del domingo 14 de abril de 1912. El buque se hundió dos horas y 40 minutos después de la colisión o, lo que es lo mismo, a primeras horas del domingo 15, tal día como hoy. Según fuentes irlandesas consultadas por La Vanguardia murieron 1.523 pasajeros y se salvaron 705, que llegaron a Nueva York el 18 de abril en el Carpathia, el buque que acudió al rescate y que era de Cunard, la competencia de White Star, la naviera del Titanic.

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