Diez días después de que se aplicara la reforma laboral, Antonia fue despedida de su trabajo. El motivo: estuvo seis días de baja en septiembre y cuatro días más en octubre. En el primer caso pasó un resfriado con fiebre y en el segundo, una infección de orina. En ambos, tenía el justificante médico que así lo acreditaba. Pero con la nueva normativa, esto ya no es suficiente, se considera absentismo laboral.
"Absentismo es otra cosa, yo nunca he faltado al trabajo, ni siquiera he llegado tarde a mi turno", lamentaba Antonia, que estuvo seis años y medio trabajando como auxiliar de taller en la impresora Rotocayfo, en Sant Vicenç dels Horts. Como ella, han perdido el trabajo doce compañeros más. Cuenta el caso de otra trabajadora, a la que echaron tras coger dos días de permiso para asistir al entierro de su hermano, semanas después de una baja médica. "Por esta regla de tres, todo el mundo tendría que ir a la calle, no puedo entender esta reforma", lamentaba Antonia.
Noticia aparecida en "20 minutos" el pasado martes día 13 de marzo.
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