Etnia:
Una etnia o grupo étnico es un grupo humano que cree provenir de unos antepasados comunes, tiene una tradición cultural común y afirma un sentido de identidad diferenciado. El término procede de la palabra griega ethnos, que suele traducirse por nación. Durante el período colonial fue aplicado por los europeos a los diversos grupos indígenas que convivían en los territorios colonizados y más tarde se ha aplicado a los grupos de inmigrantes que mantenían rasgos culturales diferenciados en el seno del país en que se habían establecido.
No es sencilla la distinción en el uso de los términos etnia y nación, Ambos pueden ser intercambiables cuando por nación se entiende un grupo humano diferenciado por su tradición cultural, pero el término nación se utiliza también para definir a un grupo humano que constituye un Estado soberano, mientras que etnia nunca se emplea en ese sentido. Cuando en un mismo Estado nacional conviven grupos con tradiciones culturales diferenciadas se puede decir que se trata de un Estado multiétnico. El término nacional suele tener un contenido político más fuerte que el término étnico, así es que si un grupo humano se define a sí mismo como nación está proclamando con ello su aspiración a algún tipo de autogobierno, mientras que no ocurre lo mismo con un grupo que se percibe como étnico, en parte porque, a diferencia de los grupos nacionales, los grupos étnicos no siempre ocupan un territorio diferenciado. En los últimos tiempos, sin embargo, han surgido movimientos que reivindican derechos específicos en función la identidad diferenciada de su respectivo grupo étnico. De ello ha surgido el debate sobre el multiculturalismo.
En el uso habitual el término étnico se emplea sobre todo para grupos humanos de origen no europeo. En Gran Bretaña, por ejemplo, puede hablarse de minorías étnicas para referirse a los grupos caribeños o pakistaníes procedentes de la inmigración, pero resultaría raro aplicar el término a los escoceses o los galeses. En las ciencias sociales el término se utiliza en cambio con un alcance más general. Uno de los primeros sociólogos en emplearlo fue Max Weber, quien definió como grupos étnicos a aquellos grupos humanos que mantienen la creencia subjetiva de descender de unos antepasados comunes, debido a sus rasgos físicos, sus costumbres o sus memorias de pasadas migraciones o colonizaciones. En contra de una percepción bastante extendida, los grupos étnicos no son entidades estables, sino que se remodelan, aparecen y desaparecen en función de todo tipo de interrelaciones entre las poblaciones humanas. Al proceso por el cual llega a formarse un grupo étnico se le denomina etnogénesis. Por otra parte los límites de un grupo étnico no son siempre nítidos, por lo que a menudo resulta imposible identificar objetivamente el número de etnias que conviven en un territorio. La utilización política de la identidad étnica puede llevar a la imposición de identidades arbitrarias y conflictos violentos. El término limpieza étnica se emplea para referirse a la expulsión
violenta de un grupo étnico de un territorio. Las matanzas y otras acciones encaminadas al exterminio de un grupo nacional, étnico, racial o religioso se engloban en el delito de genocidio, definido en el derecho internacional a partir de la convención de Naciones Unidas de 1948.
Hace un siglo etnia y raza tendían a identificarse, es decir que se pretendía asociar los rasgos culturales propios de una etnia con determinados rasgos físicos hereditarios, pero este enfoque ha quedado desacreditado, tanto por los avances de la investigación científica como por el rechazo de todas las doctrinas racistas que se produjo tras los horrores del nazismo. Un paso decisivo se dio con la declaración de la UNESCO sobre la cuestión racial de 1950. en la que destacados antropólogos afirmaron que los grupos nacionales, religiosos, geográficos, lingüísticos y culturales no coincidían necesariamente con grupos raciales y que sus rasgos culturales no tenían conexión genética demostrada con rasgos raciales, por lo que para evitar errores era deseable prescindir del término raza y referirse a tales grupos como étnicos.
Fondo Monetario Internacional:
El Fondo Monetario Internacional es, al igual que el Banco Mundial, una institución intergubernamental fundada en 1945 sobre la base de los acuerdos tomados en la conferencia de Bretton Woods de julio de 1944. Inicialmente contaba con 45 países miembros, que hoy son 187. Su objetivo ha sido estabilizar las tasas de cambio de las monedas y contribuir así a la estabilidad del sistema económico mundial, evitando así una repetición del colapso del comercio internacional que se había producido en los años treinta. Los países miembros pagan unas cuotas para sostener un fondo que concede créditos a aquellos que encuentran dificultades temporales en sus balanzas de pagos. Forma parte del sistema de instituciones especializadas de Naciones Unidas.
Su dirección ejecutiva la integran veinticuatro directores, de los que cinco son nombrados por los cinco países que suministran las mayores cuotas y diecinueve son elegidos por los restantes países miembros. El gobernador, elegido por todos los países miembros, es tradicionalmente un europeo, mientras que el del Banco Mundial es tradicionalmente un estadounidense. Su sede se halla en Washington.
G8 y G20:
El G8, o Grupo de los Ocho, inicialmente G6 y luego G7, es un foro de discusión intergubernamental creado en 1975 por iniciativa del presidente francés Giscard d’Estaing y con la participación inicial de Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y los Estados Unidos, con el fin de analizar los problemas de la economía mundial, que en el momento de su fundación se veía gravemente afectada por el impacto de la crisis del petróleo de 1973. Al mismo se incorporaron Canadá en 1976 y Rusia en 1997. La Unión Europea también está representada. Una vez al año se celebra una cumbre de los jefes de gobierno del grupo, con participación de la presidencia europea, y además se celebran reuniones ministeriales sobre diferentes temas de interés común. Las cumbres anuales despiertan una gran atención en los medios de comunicación, pero no se trata de nada parecido a un gobierno mundial, sino de un foro en el que los jefes de gobierno de algunos de los países más poderosos intercambian ideas y puntos de vista. Para subrayar su condición de simple foro de discusión, el G8 no se ha dotado de una estructura administrativa permanente. La responsabilidad de convocar y presidir las reuniones rota anualmente entre los países miembros. En conjunto estos representan el 15 % de la población mundial y el 60 % del Producto Mundial Bruto.
En 2008 el impacto de la crisis económica mundial y el reconocimiento de la creciente importancia de las economías emergentes condujeron a que adquiriera mayor relevancia otro grupo, el G20. Este existía desde 1999 como grupo de ministros de hacienda y gobernadores de los bancos centrales, pero a partir de ese año se han celebrado cumbres de los jefes de gobierno del grupo. Hubo dos cumbres en 2008 y otras dos en 2009, pero a partir de 2010 se ha acordado que sean anuales. Los temas abordados se refieren a la estabilidad económica mundial. El G20 incluye a los miembros del G8, es decir Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Rusia y Japón, más la Unión Europea y otros once países: México, Brasil, Argentina, Sudáfrica, Turquía, Arabia Saudí, India, Indonesia, China, Corea del Sur y Australia. En conjunto representan el 65 % de la población mundial y el 85 % del Producto Mundial Bruto. A partir de 2009 España y Países Bajos han participado en las cumbres, aunque no es trata de países miembros. Ciertas instituciones internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, también están representadas. Al igual que el G8, el G20 carece de estructura administrativa permanente y la presidencia es rotatoria.
A pesar de carecer del grado de institucionalización de Naciones Unidas, las cumbres del G8 y el G20 representan los más importantes foros de discusión colectiva de los principales líderes mundiales.
Globalización:
El término globalización describe el proceso de creciente interacción entre los distintos países del mundo en el plano económico, social, político, cultural e incluso biológico (difusión de especies útiles y también de gérmenes patógenos). En particular se aplica a la integración de la economía mundial en las últimas décadas como resultado del avance tecnológico, en particular en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación, y de la supresión de las barreras al libre comercio. El término comenzó a ser usado por economistas y otros estudiosos en los años sesenta del siglo XX y ha alcanzado una gran difusión desde finales de los años ochenta.
La globalización económica puede medirse a través del incremento del comercio internacional, de la difusión de los avances tecnológicos (por ejemplo el uso de teléfonos móviles), de los flujos de capital y de la movilidad de los trabajadores. Pero no menos importante es la difusión de las ideas, de los conocimientos y de la cultura popular, a través de congresos científicos, medios de comunicación, incluido Internet, y grandes eventos deportivos: las olimpiadas y los campeonatos mundiales de fútbol son excelentes símbolos de la globalización por las inmensas audiencias que obtienen en todos los continentes.
Los orígenes del proceso de globalización se hallan en los grandes viajes de descubrimiento de los siglos XV y XVI, que condujeron al establecimiento por primera vez en la historia al establecimiento de redes de tráfico marítimo que enlazaban a Europa, América, África y Asia. En el siglo XIX la globalización dio un gran paso adelante debido a los avances tecnológicos, el triunfo del liberalismo económico, las migraciones ultramarinas y la expansión colonial europea. El periodo entre las dos guerras mundiales supuso en cambio un período de retroceso de la globalización, debido al cierre de los mercados. La convicción de que la ausencia de una respuesta internacional coordinada había contribuido a que se agravara la Gran Depresión e incluso, indirectamente, a que estallara la Segunda Guerra Mundial, condujo a que tras la victoria aliada los gobiernos de las potencias democráticas pusieran especial empeño en potenciar el libre comercio internacional. La conferencia de Bretton Woods de 1944 supuso un paso decisivo para impulsar un marco de estabilidad económica y monetaria y de eliminación de las barreras al libre comercio, por lo que constituye el antecedente directo de la actual fase de la globalización. En el plano comercial su principal resultado fue el establecimiento del Acuerdo General sobre Comercio y Tarifas, denominado GATT por sus siglas en inglés. Las sucesivas rondas de negociación que se han sucedido en el marco del GATT y de su sucesora, la Organización Mundial de Comercio, han conducido a la reducción de las tarifas aduaneras, de los costes del transporte marítimo, de los controles para el movimiento de capital y de los subsidios a los productores locales, y al reconocimiento internacional de los derechos de propiedad intelectual, todo lo cual ha propiciado una enorme expansión del comercio, A su vez ello ha contribuido al crecimiento económico mundial, de acuerdo con el principio de las ventajas comparativas, analizado por los economistas clásicos, según el cual el comercio internacional es en términos generales, beneficioso para todos los participantes, porque les permite especializarse en aquellas actividades en que pueden obtener mayor eficacia comparativa.
El gran avance de la globalización se ha producido a lo largo de los últimos veinte años, debido al espectacular desarrollo tecnológico que tiene en Internet a su mejor símbolo, a la consiguiente reducción en los costes de comunicación y transporte, y al convencimiento general acerca de las ventajas de la apertura económica el exterior, que ha conducido la integración en el mercado mundial de los antiguos países comunistas europeos, de China y de la hasta entonces muy proteccionista India. Ello también ha dado lugar a un gran número de críticas a la globalización, por sus supuestas consecuencias perniciosas.
La globalización es en parte resultado del progreso tecnológico, pero es también resultado de una opción política de los gobiernos, que han decidido abrir sus economías. Así es que la globalización tiene un componente casi irreversible, como es el progreso tecnológico, y otro que no lo es, ya que los gobiernos podrían renunciar a la apertura de sus economías a la competencia internacional en caso de que llegaran a considerarla perjudicial para los intereses nacionales. La Gran Recesión iniciada en 2008 no ha provocado sin embargo una vuelta al proteccionismo, sino que se le ha hecho frente a través de una cooperación internacional que contrasta con las respuestas nacionales contrapuestas que se dieron durante la Gran Depresión de los años treinta. La expansión de las nuevas economías emergentes, menos afectadas por la recesión, ha evitado la reducción del comercio mundial.
Los mayores contribuyentes y por tanto los países con mayor voto ponderado son Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido y Francia, mientras que China, que ocupa la sexta posición, no ha logrado hasta ahora incrementar su participación, como desea, Las principales decisiones exigen una mayoría cualificada del 85%, lo que implica en la práctica el derecho al veto de Estados Unidos, que proporciona el 17,2 % de las cuotas y tiene un voto ponderado del 16,7 %. Últimamente los países que han recibido los mayores créditos son Rumania, Ucrania y Hungría.
Fuente: Juan Avilés