El histórico dirigente comunista, Santiago Carrillo, ha fallecido este martes en Madrid, a la edad de 97 años, según ha confirmado fuentes de IU y de su familia. El veterano político combatió en la Guerra Civil Española y fue figura relevante de la oposición al franquismo y de la Transición. Fue secretario general del Partido Comunista de España (PCE) desde 1960 hasta 1982.
Durante este año, Carrillo ha sido ingresado hasta dos veces en en el hospital Gregorio Marañón, de Madrid. La primera fue por un problema de riego sanguíneo pero su estado no revestía gravedad y fue dado de alta días después. En mayo estuvo ingresado por última vez en el mismo hospital durante dos semanas por una apendicitis. El histórico dirigente fue entonces intervenido y se recuperó satisfactoriamente.
Político desde la niñez
Hijo de un militante del PSOE y de la UGT, Carrillo nació en Gijón, el 18 de enero de 1915, aunque pronto se trasladó a Madrid con su familia. Militante de las Juventudes Socialistas desde 1928, tras la unificación de esta organización con las Juventudes Comunistas, en abril de 1936, fue elegido secretario general de la nueva formación. En julio de 1936 se afilió al Partido Comunista (PCE).
A pesar de su juventud, tuvo un papel destacado en la vida política de Madrid tras el levantamiento militar del 18 de julio de 1936, a la vez que escalaba puestos en el PCE. Como delegado de Orden Público y miembro de la Junta de Defensa de Madrid, desde el 6 de noviembre de 1936, le han responsabilizado de la matanza de militares sublevados en Paracuellos (Madrid) del 7 y 8 de ese mes, aunque Carrillo siempre ha defendido que fue obra de descontrolados.
El exilio y el camino hacia el eurocomunismo
En febrero de 1939 cruzó la frontera francesa y comenzó un exilio de 38 años, que le llevó a la Unión Soviética, EE.UU., Argentina, México y Argelia, hasta que fijó su residencia en París. 'Delfín' de Dolores Ibárruri, La Pasionaria desde 1946, en el VI Congreso del PCE (1960) en el que ésta fue elegida presidenta, Carrillo fue elegido secretario general, cargo que ocupó hasta 1982.
Fue partidario de la independencia política respecto a la URSS, postura que afianzó tras la invasión de Checoslovaquia en 1968, y defendió la autonomía de los países europeos para buscar su propio camino hacia el socialismo, que desembocó en el "Eurocomunismo".
Para España, desde 1956 propició una "política de reconciliación nacional", apoyando un pacto de todas las fuerzas "antifranquistas". En 1974 creó, con Rafael Calvo Serer, la Junta Democrática.
Clave en la Transición
Tras la muerte del dictador, usó distintas fórmulas de presión para conseguir la legalización del PCE, como la convocatoria de una rueda de prensa en Madrid el 10 de diciembre de 1976, que provocó su detención, el día 22 de ese mes, llevando una peluca que le haría famoso en toda España.
Fue elegido diputado en los primeros comicios democráticos de junio de 1977 y como representante comunista participó en los "pactos de la Moncloa". Reelegido diputado en 1979, en esta Legislatura vivió el golpe de Estado del 23-F y fue uno de los tres políticos, junto al presidente del Gobierno, Adolfo Suárez y al vicepresidente, general Gutiérrez Mellado, que permaneció en su escaño, desobedeciendo las órdenes del coronel Tejero.
Tras una grave crisis interna, acentuada por la derrota sufrida en las generales de octubre de 1982, el 6 de noviembre de ese año presentó su dimisión con secretario general del PCE. En 1985 se separó definitivamente del mismo y creó un nuevo grupo político, Partido de los Trabajadores-Unidad Comunista, con el que acudió a las elecciones de 1986, aunque no obtuvo escaño.
Después de largas negociaciones, el 27 de octubre de 1991 firmó el ingreso de los miembros de esa formación en el PSOE, como una corriente interna bajo el nombre de "Unidad de Izquierda", aunque él quedó fuera, al considerar que "su larga historia de dirigente comunista le da autoridad moral para sostener la posición de sus camaradas, pero le inhabilita para desempeñar cualquier papel protagonista".
30 años, lejos de la actividad política
Desde entonces, se ha dedicado a escribir libros y artículos en los medios de comunicación y a dar conferencias y participar en tertulias radiofónicas, ya que se considera jubilado de militancia, pero no del mundo de la política.
Recibió numerosos reconocimientos por su actuación durante la transición, sobre todo a partir de 2005, fecha de su noventa cumpleaños, como la cena homenaje, ofrecida el 16 de marzo, a la que asistieron destacadas personalidades, entre ellas el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero.
El 20 de octubre de ese año fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Madrid, aunque el acto se vio boicoteado por jóvenes de extrema derecha. El 17 de enero de 2008 fue galardonado por la Fundación Sabino Arana, por "su contribución en el restablecimiento de la democracia" en España tras la dictadura de Franco. En diciembre de 2008 le fue concedida la Medalla al Mérito del Trabajo.
Periodista, su otra profesión
Al margen de la política, Carrillo se considera periodista, profesión que comenzó a ejercer a los 16 años, como redactor de El Socialista. En abril del 1994 fue elegido miembro de honor de la Agrupación de Periodistas de la UGT y en junio de 2005 fue homenajeado por la Asociación de la Prensa de Madrid.
Autor de numerosos libros, en 1993 presentó sus Memorias y diez años después publicó "La memoria en retazos". En 2008 publicó La crispación en España. De la Guerra Civil a nuestros días y Dolores Ibárruri. Pasionaria, una fuerza de la naturaleza. El 6 de abril de 2010 presentó Los viejos camaradas.
El 18 de enero 2011, día en el que cumplía 96 años, presentó su último libro La difícil reconciliación de los españoles. El exsecretario general del PCE lamentó la "mentalidad medieval" que aún tiene la Iglesia española.
Un mes después participó en los actos de recuerdo del 23-F, al cumplirse el treinta aniversario de la intentona golpista.
Además, colaboró en las páginas de opinión de El País y participó semanalmente en una tertulia política en el programa La ventana de la cadena SER. En abril de 2009 se presentó en el Festival de Cine de Málaga un documental sobre su vida, titulado Últimos testigos: Fraga Iribarne y Carrillo, comunista, dirigido por Manuel Martín. Estaba casado con Carmen Menéndez, con quien tuvo tres hijos: Santiago, Jorge y José.
Fuente: La Vanguardia.